Abrasivos sintéticos:
Los abrasivos sintéticos son aquellos que no se generan de manera natural, al menos no los que se utilizan para estos productos. Son los más comunes puesto que su obtención es más sencilla y menos costosa que la de los abrasivos naturales al crearse de manera artificial. Entre ellos tenemos:
Fibra de Nylon: utilizada en discos y cepillos abrasivos para tareas de limpieza y pulido delicadas.
Carburo de Silicio: un abrasivo versátil y resistente, perfecto para rectificado y pulido en una variedad de materiales.
Óxido de Aluminio: un fiel compañero en las operaciones de desbaste y acabado, utilizado en metales, madera y plástico.
Alúmina de Zircón: conocida por su resistencia al calor, encuentra su lugar en aplicaciones de alta temperatura y alta presión, especialmente en la industria metalúrgica.
Cerámica: la elección principal para operaciones de granallado, donde la limpieza y la preparación de superficies son fundamentales.
Fieltro: utilizado en operaciones de pulido y acabado de precisión en metales y materiales blandos.
Diamantes Sintéticos: herramientas de corte y rectificado de alta precisión encuentran su aliado en estos diamantes artificiales.
Borazón (CBN): un compuesto de boro y nitruro de boro cúbico, esencial en aplicaciones de rectificado de alta velocidad y alta precisión, especialmente en industrias donde la exactitud es clave.
Carburo de Tungsteno: conocido por su dureza extrema, se utiliza en herramientas de corte y perforación en condiciones extremas de temperatura y presión.
Acero: se utiliza como abrasivo en diversas aplicaciones industriales, especialmente en procesos de granallado y en operaciones de corte y desbaste.

Abrasivos naturales:
Los abrasivos naturales, al contrario que los sintéticos, se pueden encontrar en la naturaleza, formados de manera orgánica en el exterior. Aquí podríamos diferenciarlos en orgánicos o minerales dependiendo de su origen. En este grupo podemos encontrar algunas contrapartes naturales a las sintéticas, como el corindón y el diamante (creados a partir de procesos geológicos) frente al óxido de aluminio o el diamante sintético (creados artificialmente). Entre estos abrasivos tenemos:
Madera: en aplicaciones de acabado y pulido suaves, es el material preferido en carpintería y ebanistería.
Piedra: fundamental en operaciones de desbaste y pulido en construcción y escultura, gracias a su dureza y versatilidad.
Algodón: se usa como un medio para aplicar compuestos de pulido y abrasivos finos a la superficie del objeto que se está puliendo.
Pelo: se utilizan en una variedad de aplicaciones, desde limpieza y pulido en la industria del metal hasta el acabado de superficies en carpintería y ebanistería. Generalmente se suele utilizar pelo de cabra o chungking (cerdo de una región de China)
Diamantes: los abrasivos más duros, indispensables en aplicaciones de corte y perforación en materiales extremadamente duros como piedras preciosas y metales superduros.
Arenisca, Granate, Corindón: estos abrasivos naturales se utilizan ampliamente en operaciones de lijado, desbaste y pulido en diversas industrias.

Esta amplia gama de abrasivos, desde los tradicionales hasta los compuestos de última generación, ilustra la constante evolución y mejora en la industria de los abrasivos. Cada material tiene sus propias propiedades únicas, ofreciendo soluciones específicas para las diversas necesidades de las industrias modernas. La innovación continua en este campo promete seguir transformando la forma en que fabricamos y producimos en el futuro.
Aquí te dejamos el enlace a la sección de abrasivos de nuestra web. ¿A qué esperas?, ¡que de comienzo el pulido!