¿Cómo sabemos si cierto ruido es perjudicial?
El ruido se mide a través de distintas herramientas que están a nuestro alcance como trabajadores:
- Utilizando un dosímetro: se utiliza para medir el ruido de forma contínua. Es decir, medirá los decibelios de ruido en una jornada laboral entera. Es ideal para calcular exactamente a cuánto ruido está expuesto un trabajador en total.
- Utilizando un sonómetro: mide el ruido a un nivel puntual. Es el instrumento más utilizado, pero es menos preciso.
Si se carece de las herramientas previamente mencionadas, se puede valorar el nivel de ruido basándose en si tienes problemas a la hora de hablar con un compañero situado a un metro de distancia. Si es necesario elevar la voz de forma constante, se deberán adoptar medidas preventivas.
¿Qué ruidos son peligrosos para nosotros?
La exposición al ruido de los trabajadores está regulada por el Real Decreto 286/2006 de 10 de marzo, donde se establece:
- Los trabajadores estarán expuestos a ruido a partir de los 80 decibelios como nivel de ruido promedio. A partir de ese nivel de ruido se deben empezar a tomar medidas preventivas para garantizar la salud del sistema auditivo de los trabajadores.
- Como nivel máximo permitido en España se considera un nivel de ruido promedio durante toda la jornada de 87 decibelios, nivel de ruido que no se permitirán nunca salvo escasas excepciones debidamente justificadas.
Prevención de los daños por ruido
Hay diversas maneras para prevenir el ruido. Según qué situaciones, estas formas de prevención serán provistas por la empresa a modo de acciones o de equipamiento.
Una solución es la propia reducción de la fuente de ruido. Dentro de lo posible, se intentará aislar lo que produce este ruido. Es una posibilidad encerrar equipo ruidoso en el interior de una cabina diseñada específicamente para impedir que el ruido salga al exterior, pudiendo cubrir techos y paredes con materiales absorbentes.
Para protegerse también es viable la utilización de equipamiento protector, que será la solución alternativa cuando la reducción en origen no es posible o viable. Los protectores más habituales son los tapones antirruido y los cascos anti ruido. Cuando la protección depende de cada trabajador, es muy importante la concienciación de los empleados, ya que un equipo de protección individual sólo es eficaz cuando se usa correctamente.
La exposición regular al ruido en el lugar de trabajo es una de las causas más habituales de pérdidas de audición en nuestro país y en todo el mundo. Muchos trabajadores no conocen o no son conscientes de las consecuencias reales del ruido y de las mejores formas de prevenirlo. Esperamos que toda la información reflejada aquí ayude a concienciar a empresas y trabajadores.